Entrevista

‘Yo quiero ser futbolista… o no’, un libro que transmite los valores del respeto y la autoestima

La practica deportiva ayuda a los niños a desarrollarse y también a relacionarse. Aprenden a disfrutar, a trabajar en equipo, a seguir unas directrices. También aprenden, o deben aprender, a ser solidarios, a superarse y, como no, a perder.

El fútbol es el deporte más popular en España, para mayores y para niños. Pero muchas veces se deja a un lado todo lo positivo que aporta y parece que lo más importante es ganar. En los colegios, el fútbol es lo que más conflictos trae. Muchas veces aquellos a los que no les gusta el fútbol están marginados. De hecho hay colegios en los que algunos días no se permite a los niños jugar a este deporte en el recreo y se les proponen otros juegos alternativos.

Anita de Arbués publicó a finales del año pasado el libro ‘Yo quiero ser futbolista… o no’ que intenta transmitir valores como el respeto y la autoestima. El prologo lo firma Alberto Zapater, capitán del Real Zaragoza.

¿Cómo surgió la idea de escribir este cuento?

Anita de Arbués: Suelo visitar muchos coles a lo largo del año para realizar actividades didácticas sobre valores humanos o creación literaria. A lo largo de los dos últimos años he realizado una actividad para fomentar la igualdad y la corresponsabilidad en casa a través del cuento ‘Yo no quiero ser princesa’. En un momento dado les preguntaba a los niños ¿Qué os gustaría ser de mayor?.

Mientras son pequeños (de educación infantil aproximadamente) las respuestas eran las profesiones de sus padres y madres (albañil, médico, agricultor) o las míticas como peluquera, maestra o policía.

Cuando realizaba la actividad en primaria la respuesta era una apabullante mayoría de «futbolistas» o «youtubers». Y no es que tenga nada en contra de estas profesiones, sino que me parecía que los niños y niñas estaban cegados por una imagen pública que no se ajusta a la realidad. Sólo un pequeñísimo porcentaje de ellos o ellas llegará realmente a poder vivir del fútbol como profesionales.

Esto se unió a que en la mayoría de los coles a los que iba me comentaban que el fútbol era un generador de conflictos habitual en los recreos. De hecho, comencé a pensar que había un serio problema cuando la mayoría de ellos habían llegado a la misma conclusión: prohibir el fútbol en los recreos varios días a la semana. En Logroño, Huesca, Granada o Vigo. Incluso en el cole de mis hijos y de mis sobrinos.

¿Por qué crees que el fútbol genera conflictos?

Anita de Arbues: Comencé a preguntar más a fondo y en la mayoría, el fútbol generaba conflictos en los colegios por dos motivos. Porque se «desprecia» a los niños que no son futboleros y porque impide que se jueguen a otros deportes (en muchos casos hay un campo para todo el cole y tienen que convivir baloncesto, fútbol o comba a la vez).

Alberto Zapater: Si hablamos del campo es a veces la misma competitividad al que debemos añadir el egoísmo, la falta de respeto a veces al entrenador, a los árbitros. También están algunos padres que incitan. Lo malo es que se pierde la esencia: jugar, aprender, divertirse. Ademas parece que nos educan solo para el éxito, para ganar, para que todo vaya bien, cuando en el fútbol lo que mas haces es perder. Se nos olvida lo mas importante: el camino que lleva a ello, el sacrificio, el esfuerzo, el darlo todo, esas emociones únicas.

¿Piensas que se lleva al extremo la pasión por el fútbol en algunos casos?

Anita de Arbues: Así es. Y eso es lo que perciben los niños. En el fútbol «todo vale»… parece que les transmite la sociedad. Pero afortunadamente no es así. Alberto Zapater ha escrito un precioso prólogo en el que les habla a los niños de la importancia de mantenerse firme en los valores humanos. En que «no todo vale». En que el esfuerzo y la bondad son partes esenciales tanto si vas a ser un gran jugador de fútbol como si no.
Es un prólogo magnífico que debería ser lectura obligada todos los años en los clubes deportivos, por lo emotivo y directo que es. Yo misma se lo leo a mis hijos de vez en cuando.

Alberto, dices en el prologo que el jugador se acabará pero la persona no, ¿Cómo deben ser los niños antes de ser futbolistas?

Alberto Zapater: Ser futbolista es un sueño, pero es una lotería, muy pocos llegan a dedicarse a ello de verdad. Los estudios son muy importantes, antes de ser futbolista hay que ser una persona educada.

¿Qué tiene que cambiar para que el fútbol no genere tantos conflictos entre los pequeños? ¿Qué es lo que no vale?

Alberto Zapater: Los futbolista profesionales deberían ser ejemplos, todo lo que hacen mal se debería penalizar y con dureza. Y aquí hablo de ponerte a un centímetro de la cara del arbitro, celebrar el gol con desprecio al otro equipo. Eso los niños lo ven y lo repiten en el cole.

¿Qué mensaje transmite ‘Yo quiero ser futbolista… o no’?

Anita de Arbués: El mensaje que pretende transmitir es doble. Por un lado, pretendo decirles a los chicos y chicas que el fútbol es genial si te gusta, pero que también hay un montón de alternativas sean otros deportes (baloncesto, balón prisionero, pitchball, …) o sean otras actividades más intelectuales (robótica, ajedrez, …). Y por otro, la importancia de practicar deporte de forma sana y limpia, respetando a tus compañeros y a tus contrarios.

¿El mensaje es sólo para los niños?

Anita de Arbués: No, este mensaje tiene que empezar por las familias y los entrenadores. Los padres son los primeros que tienen que transmitir a los hijos los valores del respeto y el juego limpio. No es raro ver en las noticias una enganchada de padres en partidos de fútbol base, y ver eso pone los pelos de punta.

Los niños tienen que salir al campo a disfrutar, a divertirse, a aprender jugadas, a ayudarse entre ellos, a hacer probatinas con los pases y los regateos. No a ganar a muerte donde todo vale, incluyendo insultos, patadas o zancadillas. Estoy hablando todo el rato de fútbol base. De fútbol infantil. De niños de 6 a 12 años.

Háblanos un poco mas de este cuento…

‘Yo quiero ser futbolista … o no’ es una historia emotiva y divertida. Los niños se ven reflejados en Leo o Alejandra, los protagonistas. A través de ellos viven la convivencia del vestuario o del banquillo. Lo chulo que es chutar a tu portero en los entrenamientos y ver sus paradones. Lo bueno del compañerismo y la amistad. El apoyo incondicional de tu entrenador y tu familia, peso a cualquier dificultad que pueda acontecer… aunque sea no volver a jugar al fútbol por prescripción médica. Bueno, no quiero hacer spoiler, como diría mi hija.

¿Cual ha sido el feedback hasta ahora? Por parte de los padres, de los profesores, los niños…

Anita de Arbués: Una parte me llama ilusa. Que digo todo esto porque: «tú no sabes mucho de fútbol ¿no?». No hace mucho me quedé muy sorprendida cuando un padre, muy amablemente por cierto, me explicó lo que era una «falta táctica». Que son necesarias… Que son parte del juego…

Alberto Zapater: El tema de los padres es algo que me tocará en un futuro, da igual que deporte elijan mis hijos. Es complicado ver un partido de niños y no escuchar a los padres, cosa que pasaba en mi época también. O el típico padre que está al lado de la portería, o el que le protesta al arbitro. Lógicamente eso no debería existir.

¿Entonces sabes o no sabes de fútbol?

Anita de Arbues: No, no se mucho de fútbol. Pero tengo sentido común. ¿Una zancadilla o una patada en el tobillo que pase desapercibida para el árbitro es una buena jugada? Pongo los ojos en blanco. Pero en general la acogida ha sido muy buena, los niños se divierten mucho cuando cuento la historia y los entrenadores y educadores agradecen algo de apoyo «táctico». De hecho, a raíz de hacer actividades en los colegios, surgió la idea de la redacción de un ‘Minimanual de Inteligencia Emocional para familias, educadores y entrenadores’ , redactado por www.metodoemociona-t.es y que verá la luz antes del verano.

¿Te gusta el fútbol?

No. No me gusta el fútbol. Me gusta el deporte.

¿En qué proyectos estas involucrada ahora? ¿Piensas ya en el siguiente libro?

Buena pregunta. En mi cabeza tengo unos cientos de proyectos en marcha, pero factibles y que se puedan contar, cuatro. Dentro de la editorial trabajamos con tres colecciones, Valores, Leyendas y Creatividad. Para nosotros son los tres pilares fundamentales en el desarrollo emocional y cognitivo de los niños, pero faltaba algo. Los valores humanos, la creatividad y el sentimiento de pertenencia a tu familia y tu lugar de origen se transmiten desde bebés, pero los bebés crecen y cuando son más mayorcitos necesitan otro tipo de seguridad que les ayude a gestionar sus pensamientos y las acciones de los que les rodean. Por ello nace ‘Sensaciones’, la cuarta colección de Editorial Fuendepila. Será en otoño si todo va bien con la publicación de un libro sorprendente dirigido a niños de 9 a 12 años, ‘El secreto de Carla’.

También estamos trabajando con la traducción al idioma inglés de ‘Yo no quiero ser princesa’, ‘I don´t want to be a princess’. Para la colección ‘Leyendas’ estamos trabajando en una nueva redacción de una leyenda de Daroca. Estamos realizando las últimas correcciones al texto y a la vez andamos a la búsqueda de un/a ilustrador/a para ponerle magia a la historia.

En la colección ‘Valores’ publicaremos este año una edición muy cuidada de Los pajarillos de barro ilustrado por Marina Infante, una gran ilustradora aragonesa afincada en Madrid. La trama es una preciosa historia que me contaba mi abuela cuando era pequeña. Trata el tema del bullying (pero para primera infancia). Ella me contaba qué había ocurrido en Arbués hace muchos años. A ella se lo contó la abuela Alejandra (mi bisabuela). «Abusones han existido siempre» me decía. Habla del acoso pero una forma muy sutil, está dirigido a niños de infantil y primer ciclo de primaria.

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