La iglesia parroquial de Santa Eulalia en Susín entra en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra
Debido a la humedad provocada por las goteras, las maderas que cubren el suelo de la iglesia están carcomidas. Estas goteras hacen que el agua entre directamente en el interior de la nave provocando además derrumbes, erosiones y grietas preocupantes.
La iglesia parroquial de Santa Eulalia de Susín (Biescas) ha entrado en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, que asegura que la conservación del edificio «está en peligro». Se trata de una iglesia del siglo XI y cuyo entorno fue declarado Bien de Interés Cultural y publicado en el Boletín Oficial de Aragón el 20 de febrero de 2004. Las iglesias del Serrablo fueron consideradas Monumento Histórico-Artístico el 29 de septiembre de 1982.
Tal y como subraya la asociación Hispania Nostra, debido a la humedad provocada por las goteras, las maderas que cubren el suelo de la iglesia están carcomidas. Estas goteras hacen que el agua entre directamente en el interior de la nave provocando además derrumbes, erosiones y grietas preocupantes. Este es el caso de la grieta del interior del ábside, que recorre la estructura desde el cénit hasta el vano, lo que ha provocado el desplazamiento de la clave del arco del vano.
Estos problemas están generando en consecuencia, el deterioro y desaparición de las pinturas barrocas y de los restos de las pinturas medievales. Además, muchos de los elementos decorativos arquitectónicos, como la ménsula que recorre la parte superior del edificio, se están derrumbando. Otro problema notable es que el encalado de las salas del edificio anexo ha desaparecido por lo que las paredes empiezan a derrumbarse.
Intervenciones
Las intervenciones en esta iglesia han sido muy pocas. En 1977 la iglesia fue restaurada por la Asociación de Amigos del Serrablo, y en la intervención se procedió al levantamiento y restitución del tejado. Entre 2001 y 2006 el tejado de la iglesia estuvo tapado con una lona y desde junio de 2024, el tejado del templo se encuentra al descubierto, según explica la asociación.
Es una de las iglesias más notables del grupo de iglesias del Serrablo. Cuenta con una serie de grabados o marcas incisas en el ábside que algunos autores relacionan con el aprovechamiento de sillares del templo anterior, de posible origen visigodo. Del templo románico solo se conserva el ábside y parte del presbiterio. En el siglo XII, la iglesia fue decorada con pinturas murales del denominado gótico lineal. Las correspondientes al ábside fueron descubiertas en el año 1966 y fueron trasladadas al museo Diocesano de Jaca. El resto de la nave de la iglesia, el edificio adosado al lado sur, la torre y el pórtico, corresponden a una ampliación del siglo XVII- XVIII.