Un desprendimiento en Anzánigo saca a la luz un bloque con huellas de mamíferos de hace 30 millones de años
Las icnitas (huellas fósiles) revelan que parientes de los caballos y los rinocerontes caminaron por Huesca hace unos 30 millones de años

Un equipo de paleontólogos de la Universidad de Zaragoza ha recuperado recientemente un gran bloque de roca arenisca en la localidad de Anzánigo (Caldearenas), que contiene más de una veintena de huellas fósiles de mamíferos. Las icnitas (huellas fósiles) halladas Anzánigo tienen tres dedos, con un dedo central más desarrollado y dos dedos laterales de menor tamaño.
Esta forma es muy característica de icnitas de mamíferos perisodáctilos, el grupo en el que se incluyen caballos o rinocerontes, entre otros. Se han descrito icnitas similares en otros yacimientos en la Cuenca del Ebro, y tradicionalmente se han asignado a perisodáctilos de la familia Palaeotheriidae, relacionada con los caballos modernos.
Origen fluvial
Los sedimentos donde se formaron estas icnitas son de origen fluvial, y se depositaron en un río que fluía de Este a Oeste, hasta desbordar en el Cantábrico. Pertenecen al Grupo Campodarbe, y por su posición estratigráfica la edad del yacimiento sería Oligoceno inferior (hace aproximadamente 40-30 millones de años). Esto lo hace uno de los yacimientos más modernos descritos en la Cuenca de Jaca, y de edad similar a algunos yacimientos con icnitas de mamíferos de la cercana Cuenca del Ebro.
Los resultados preliminares del estudio acaban de ser presentados en el 5th Palaeontological Virtual Congress, donde además del descubrimiento se ha destacado que la Cuenca de Jaca es un sitio clave para el estudio de icnitas en el tránsito Eoceno-Oligoceno (hace entre unos 40 y 30 millones de años).

Extracción
Para proceder a su extracción, el bloque fue protegido con escayola y, posteriormente, fue recogido del talud de la carretera con ayuda de un camión grúa, ya que pesaba varias toneladas. El bloque fue transportado y se encuentra actualmente en el Laboratorio Paleontológico de Loarre donde se abordará su preparación para su futura exposición y continuará su investigación. La actuación ha contado con la autorización y financiación de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
Un hallazgo inesperado a pie de carretera
Desde hace quince años desde los grupos de investigación Aragosaurus y Geotransfer se han ido documentando distintos yacimientos con huellas fósiles (icnitas) de mamíferos en la Cuenca de Jaca. “La sorpresa ha sido encontrar un nuevo yacimiento al borde de la carretera A-1205, tras un desprendimiento de un gran bloque producido a final del año pasado”, explican desde el grupo de investigación Aragosaurus. “Tal como se puede ver en imágenes de GoogleMaps, el bloque todavía estaba in situ en el verano de 2024, pero cayó a lo largo del otoño al margen de la carretera”.
Poco después del desprendimiento, los paleontológos José Ignacio Canuto y Gloria Cuenca pasaron por la carretera en dirección a San Juan de la Peña y les llamaron la atención ciertas deformaciones que se veían en la superficie del bloque. Al mirar en detalle, vieron que contenía una gran cantidad de icnitas. “En los meses siguientes, un gran número de aficionados y colegas nos habían contactado para avisarnos de la localización del bloque”, agradecen desde Aragosaurus, “mientras tanto, nosotros no hemos descansado para avanzar en su estudio y hemos estado preparando su recuperación”.
Partición
Tras la caída, el bloque se partió justo por el plano donde se observan las huellas y además, quedaron expuestas dos partes del bloque. Así, podemos ver una parte donde se observan las icnitas en relieve negativo (la huella que dejaron los mamíferos en el sedimento), y otra donde se observa el relieve positivo (el relleno de las huellas).