La Puerta del Pirineo y la especulación fotovoltaica
El pasado 17 de junio el Ayuntamiento de Sabiñánigo presentó su campaña
turística ‘Tu Puerta del Pirineo’ relatando las bondades de estas tierras para
el disfrute de la naturaleza. Bondades que comparto y que me decidieron, hace
unos años ya, a fijar mi residencia en este municipio, en concreto en la pedanía de
Borrés.
Es una lástima que el afán especulativo vuelva a incidir negativamente en el
desarrollo turístico de esta zona. Hace unos años el desarrollo urbanístico ya
cercenó notablemente la belleza de nuestro paisaje. Sin embargo, los proyectos de
macroplantas solares previstos para el Alto Gállego y la Jacetania van a dar la
puntilla a dicho paisaje.
Entre Senegüé y Jaca se plantean instalar entre 600 y 900 hectáreas de plantas
fotovoltaicas. Es decir, alrededor de 1.000 campos de futbol, con lo que la famosa
PUERTA, en realidad va a ser un continuo espejo fotovoltaico que va a impedir no
sólo ver el paisaje del que presumimos, sino el desarrollo turístico de toda la zona.
Me imagino a un turista que pase por Sabiñánigo dirección Jaca o Valle de Tena y
se encuentre con semejante espectáculo. Dudo que le apetezca repetir, lo que
conllevará pérdidas incalculables a la hostelería de ambas comarcas. Casas
rurales, restaurantes, hoteles… Abocados a unas pérdidas inasumibles.
Los primeros proyectos presentados ante la DGA han sido en Borrés, 90Ha que
van a arruinar las vistas del pueblo y que van a empobrecerlo, ya que ¿Quién va a
querer venir a vivir a un pueblo rodeado de semejante mar? ¿Cuánto se van a
depreciar las casas a las que tanto esfuerzo hemos dedicado? ¡Cuánto echaremos
de menos el antiguo mar de espigas!
Por desgracia esta nueva/vieja especulación con la energía, no es exclusiva de
nuestra zona, gran parte del territorio aragonés, casualmente en el que el turismo
ha sido factor de desarrollo en los últimos años, se encuentra en la misma
situación. Quiero acordarme de los amigos de La Fueva y del Maestrazgo, por
poner dos ejemplos, también en lucha por la defensa de sus paisajes.
Sólo nos queda empujar sin reblar para que la presión social haga recapacitar a
nuestros ayuntamientos y, sobre todo, a la DGA, para que regule el modelo de
desarrollo de estas tecnologías, imprescindibles por otra parte, que no impliquen
un destrozo para el paisaje y la vida de nuestro entorno.
Hay alternativas social y ecológicamente sostenibles para producir energía
fotovoltaica y eólica suficiente. ¡Apostemos por ellas y no por proyectos puramente
especulativos!.
Fdo. Cesáreo Rodrigo, Borrés (Sabiñánigo)